—Estás jugando con fuego, muñeca —me advirtió con ojos oscuros y peligrosos—. Un fuego muy mortal. Miré de nuevo las cadenas de la cama y las imaginé apretadas en mis muñecas, con mis tetas y mi coño a la vista... Tal vez lo mortal sea suficiente por ahora...
*. *. *. *. *Albergar sentimientos por alguien mayor que yo parece mortal, especialmente cuando dicha persona es mi tío. A pesar de saberlo, la sed por una gota de su ardiente río de sensualidad no se puede saciar. Las fantasías se convirtieron en antojos que, a su vez, impulsaron la implementación de mis perversos planes para tenerlo solo para mí. ¿Esta barrera de sangre lo alejará de reconocer este mutuo sentimiento de lujuria, o su combustible se derramará sobre mis brasas ardientes?